Este verano llegó a mi pantalla el cuento TITIRITESA, como presentación en Power Point, a través de una colega que también investiga la literatura para niños. Ella, a su vez la recibió de otra especialista de larga trayectoria en el tema y sospecho que esa, por su parte, sea sólo un eslabón de una larga cadena de envíos. Anoto una a favor de Internet y del Correo Electrónico. A partir de esta recepción he buscado en Imaginaria, la revista electrónica sobre Literatura Infantil más importante de nuestro país y no he encontrado nada que responda a Titiritesa ni a homosexualidad. Evidentemente es un tema tabú o, por lo menos, ignorado en Argentina dentro de terreno de los libros para niños.
Resulta que esta temática, aunque nueva, tiene ya algún camino andado en Europa.
En Cataluña, seguramente el polo cultural más progresista de España, el Partido de los Socialistas Catalanes e Iniciativa por Cataluña aprobó el 5 de septiembre de 2006 un plan "contra la homofobia" que constituye toda una hoja de ruta para construir una homosociedad y donde disentir resulte muy complicado. "El principal objetivo de este plan es erradicar cualquier forma de discriminación por razón de sexo o género, tanto a nivel jurídico como social", declara el documento. Entre las medidas propuestas figuraba la propaganda gay en clave positiva impulsada entre los más pequeños, fuera del colegio, mediante cuentos, teatro, marionetas, juegos, talleres...
Pero Madrid no se ha quedado atrás. En http://www.tsunamipolitico.com/cuentos9.htm, encontramos la siguiente información:
PROMUEVEN UNA CAMPAÑA DE CUENTOS HOMOSEXUALES PARA NIÑOS por Nueva Orden
El Colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de Madrid, promueve una campaña dirigida a menores bajo el lema “Diferentes formas de amar. Una manera de educar en la diferencia. Para todas las edades”. Según este colectivo “la educación en la diversidad debe ser una labor permanente y progresiva que comience en la primera infancia. Por eso deben aprender a quererse en su diversidad y a respetar y querer la diversidad de los demás”.
El colectivo considera que la mejor manera de conseguir este objetivo es a través de los cuentos y los juegos. Por ello publica una colección de 26 cuentos e historias para niños de diversa edad, con la finalidad de que acepten como normal la posibilidad de ser adoptados por una pareja homosexual.
“La princesa valiente”, uno de los títulos de la colección, nos resume la filosofía que subyace en la campaña. La historia narra la experiencia de una niña adoptada por dos lesbianas en su primer día de colegio:
“En la última clase, la señorita les dijo que dibujaran a su familia. Iria estaba encantada, iba a finalizar el día pintando, no se podía pedir más al primer día de cole. Dibujó con colores alegres a Elvira a un lado, ella en medio más pequeña, y al otro lado a Marta, las tres se daban las manos sonrientes”. Cuando la niña explicaba que tenía dos madres “En ese momento una niña muy cursi que estaba sentada en primera fila contestó en un tono demasiado alto: Eso es imposible, no se puede tener dos mamás. Muchos niños de la clase se daban codazos y sonreían. Entonces recordó lo que le había explicado muchas veces Elvira sobre el cuento de “La princesa valiente”. “Iria, recuerda siempre que la valentía es una muestra de amor, y el amor tiene sus propias reglas, aunque muchos las desconocen. Marta y yo te concebimos por amor, y estás en este mundo para crecer con amor y compartirlo con todo el que quiera. Existe mucha gente que desconoce esta norma, la más importante de la vida, la del amor, y se rigen por otros prejuicios caducos y antiguos. No te preocupes, cada uno tiene su forma de pensar, pero no permitas que nadie te agreda con sus pensamientos, tú eres una niña muy querida con dos madres. Es verdad que la mayoría de los niños tienen un padre y una madre, pero no es ni mejor ni peor tener dos padres o dos madres, simplemente es diferente”. En otro de los cuentos “Mi amigo Vanía” una niña de 6 años llamada Teresa narra su experiencia de su amiguito con dos madres, al final del cuento termina con el ejemplarizante: “Yo creo que cuando sea mayor me casaré con Vania, o con Rebeca, que es mi mejor amiga. Otro día ya te contaré cosas de ella”.
¿Qué ocurría entre tanto en el Reino Unido?
Erase una vez, un príncipe que después de haber conocido a tres princesitas, encontró el verdadero amor de la mano de otro príncipe.
Tal es la historia que hacia principios de 2007 levantaba polémica. No todos parecen estar de acuerdo con la iniciativa, gubernamental, consistente en que los niños entiendan la homosexualidad sin los preconceptos de los adultos. La oposición provino tanto de organizaciones de padres, cristianas y musulmanas.
En 2005 ya existía un primer Concurso Latinoamericano de Cuentos Infantiles Gays, organizado y promovido por publicaciones gay y creado en función de la escasa o nula existencia de literatura para niños de esas características.
En fin, más allá del éxito o fracaso de estos proyectos, ellos muestran que la homosexualidad es uno de los temas hoy emergentes en el terreno de la literatura para niños.
Pasando a Titiritesa, el cuento que dio origen a este artículo, nos parece una historia fresca, muy bien narrada, hermosamente ilustrada, que no resulta en absoluto ofensiva para la inocencia infantil. Tal vez despierte curiosidad o cierta perplejidad, porque rompe con el estereotipo del príncipe azul y de la princesa pasiva de la mayoría de los cuentos de ambiente palaciego, y si despierta perplejidad y curiosidad, seguramente constituye un material muy interesante para la educación del niño, sobre todo si éste tiene la oportunidad de dialogar con un adulto que no sea prejuicioso y pueda ayudarlo a reflexionar con equilibrio acerca de la historia y de su vinculación con la cultura y la sociedad actuales.
Resulta que esta temática, aunque nueva, tiene ya algún camino andado en Europa.
En Cataluña, seguramente el polo cultural más progresista de España, el Partido de los Socialistas Catalanes e Iniciativa por Cataluña aprobó el 5 de septiembre de 2006 un plan "contra la homofobia" que constituye toda una hoja de ruta para construir una homosociedad y donde disentir resulte muy complicado. "El principal objetivo de este plan es erradicar cualquier forma de discriminación por razón de sexo o género, tanto a nivel jurídico como social", declara el documento. Entre las medidas propuestas figuraba la propaganda gay en clave positiva impulsada entre los más pequeños, fuera del colegio, mediante cuentos, teatro, marionetas, juegos, talleres...
Pero Madrid no se ha quedado atrás. En http://www.tsunamipolitico.com/cuentos9.htm, encontramos la siguiente información:
PROMUEVEN UNA CAMPAÑA DE CUENTOS HOMOSEXUALES PARA NIÑOS por Nueva Orden
El Colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de Madrid, promueve una campaña dirigida a menores bajo el lema “Diferentes formas de amar. Una manera de educar en la diferencia. Para todas las edades”. Según este colectivo “la educación en la diversidad debe ser una labor permanente y progresiva que comience en la primera infancia. Por eso deben aprender a quererse en su diversidad y a respetar y querer la diversidad de los demás”.
El colectivo considera que la mejor manera de conseguir este objetivo es a través de los cuentos y los juegos. Por ello publica una colección de 26 cuentos e historias para niños de diversa edad, con la finalidad de que acepten como normal la posibilidad de ser adoptados por una pareja homosexual.
“La princesa valiente”, uno de los títulos de la colección, nos resume la filosofía que subyace en la campaña. La historia narra la experiencia de una niña adoptada por dos lesbianas en su primer día de colegio:
“En la última clase, la señorita les dijo que dibujaran a su familia. Iria estaba encantada, iba a finalizar el día pintando, no se podía pedir más al primer día de cole. Dibujó con colores alegres a Elvira a un lado, ella en medio más pequeña, y al otro lado a Marta, las tres se daban las manos sonrientes”. Cuando la niña explicaba que tenía dos madres “En ese momento una niña muy cursi que estaba sentada en primera fila contestó en un tono demasiado alto: Eso es imposible, no se puede tener dos mamás. Muchos niños de la clase se daban codazos y sonreían. Entonces recordó lo que le había explicado muchas veces Elvira sobre el cuento de “La princesa valiente”. “Iria, recuerda siempre que la valentía es una muestra de amor, y el amor tiene sus propias reglas, aunque muchos las desconocen. Marta y yo te concebimos por amor, y estás en este mundo para crecer con amor y compartirlo con todo el que quiera. Existe mucha gente que desconoce esta norma, la más importante de la vida, la del amor, y se rigen por otros prejuicios caducos y antiguos. No te preocupes, cada uno tiene su forma de pensar, pero no permitas que nadie te agreda con sus pensamientos, tú eres una niña muy querida con dos madres. Es verdad que la mayoría de los niños tienen un padre y una madre, pero no es ni mejor ni peor tener dos padres o dos madres, simplemente es diferente”. En otro de los cuentos “Mi amigo Vanía” una niña de 6 años llamada Teresa narra su experiencia de su amiguito con dos madres, al final del cuento termina con el ejemplarizante: “Yo creo que cuando sea mayor me casaré con Vania, o con Rebeca, que es mi mejor amiga. Otro día ya te contaré cosas de ella”.
¿Qué ocurría entre tanto en el Reino Unido?
Erase una vez, un príncipe que después de haber conocido a tres princesitas, encontró el verdadero amor de la mano de otro príncipe.
Tal es la historia que hacia principios de 2007 levantaba polémica. No todos parecen estar de acuerdo con la iniciativa, gubernamental, consistente en que los niños entiendan la homosexualidad sin los preconceptos de los adultos. La oposición provino tanto de organizaciones de padres, cristianas y musulmanas.
En 2005 ya existía un primer Concurso Latinoamericano de Cuentos Infantiles Gays, organizado y promovido por publicaciones gay y creado en función de la escasa o nula existencia de literatura para niños de esas características.
En fin, más allá del éxito o fracaso de estos proyectos, ellos muestran que la homosexualidad es uno de los temas hoy emergentes en el terreno de la literatura para niños.
Pasando a Titiritesa, el cuento que dio origen a este artículo, nos parece una historia fresca, muy bien narrada, hermosamente ilustrada, que no resulta en absoluto ofensiva para la inocencia infantil. Tal vez despierte curiosidad o cierta perplejidad, porque rompe con el estereotipo del príncipe azul y de la princesa pasiva de la mayoría de los cuentos de ambiente palaciego, y si despierta perplejidad y curiosidad, seguramente constituye un material muy interesante para la educación del niño, sobre todo si éste tiene la oportunidad de dialogar con un adulto que no sea prejuicioso y pueda ayudarlo a reflexionar con equilibrio acerca de la historia y de su vinculación con la cultura y la sociedad actuales.
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